Amor sin Condición
July 30, 2024“En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura. Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua. Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.” Hechos 12: 1-5
En los momentos más difíciles de la Iglesia, solo las oraciones pueden cambiar el destino y las circunstancias que esté padeciendo. Una iglesia unida desata los milagros. La perseverancia, la Fe y el amor son clave para triunfar ante los ataques del enemigo, estos ingredientes deben ser el pilar de toda iglesia y junto a la oración lograremos vencer.
Nos ha pasado, que cuando oramos por algo y Dios nos responde quedamos sorprendidos. Pero aun así la oración siempre debe estar llena de Fe, teniendo plena seguridad que Dios obrara, esto es la convicción de que se hará como has pedido. En el caso del pasaje que leímos de la biblia en Hechos vemos la unidad de una iglesia intercediendo por Pedro, ellos pasaban un momento de angustia y la persistencia de una oración sin cesar logro el milagro que tanto deseaban; la libertad de Pedro.
- La oración de una Iglesia unida desata el poder de Dios. “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén”. Efesios 3:20-21
- La oración es un mandamiento, es una llave que activa los mecanismos espirituales para que Dios actúe. “Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que, si tuviereis fe, y no dudareis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”. Mateo 21:22
- El que pide recibe. Una oración sin cesar logra tu demanda. “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.” Mateo 7:7
- El que no pide no recibe. Un cristiano que no ora no recibe. Pero también una iglesia con desorden y pecado no puede recibir. “Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” Santiago 4:2
En este poderoso pasaje Santiago se refiere a una iglesia sin unidad, se negaban a orar o, si lo hacían, lo hacían por motivos egoístas. Desafortunadamente hay cristianos que se dedican a promover su propia agenda para conseguir lo que quieren de cualquier manera. Cuando se ven frustrados en sus objetivos, arremeten contra los demás, y matan espiritualmente su Bendición. Santiago dice que hay una mejor manera; En vez de codiciar, reñir, pelear e incluso matar, los cristianos necesitan simplemente pedir a Dios lo que quieren, pero no para sus propios deleites, sino para la Gloria de Dios. Una de las razones por las que no tienen lo que quieren es que no han pedido con arrepentimiento, humildad, amor y unidad.
La oración es comunicación con nuestro creador, la oración sin cesar nos recuerda que acudir a Dios en medio de nuestra necesidad nos hace humilde y dependientes de nuestro padre, teniendo en cuenta que solo Dios puede obrar, Él es soberano y poderoso.
Dios hace como quiera porque él sabe que nos conviene y de acuerdo a su voluntad nuestra oración llega a su trono. Una oración alineada al propósito de Dios es una oración contestada.
La oración tiene formas de ser manifestada; a través de un clamor, ruego, gemir, lagrimas y humillación. La oración con reverencia y respeto nos indica que somos siervos y no arrogantes. La oración no es para darle ordenes ni decretos, es para humillarnos y hablar con nuestro Señor como hijos.
Un ejemplo palpable es cuando nuestro Señor Jesús rogo al Padre. “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.” Hebreos 5:7
Nuestra oración aparte de ser sin cesar, debe estar acompañada de acción de gracias. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” Filipenses 4:6
Jesús nos dejó el mandamiento de orar y nos enseño como hacerlo, él nos indicó que fue un siervo de oración y de total dependencia de nuestro padre celestial. La oración de la Iglesia unida desata un poder sobrenatural, siempre siguiendo las líneas que Dios nos establece; obediencia y santidad. La oración de la iglesia debe mantenerse sin cesar, su mayor bendición será la Libertad y el avivamiento del Espíritu Santo en cada miembro de la congregación.
By Karina Gelves